A las puertas de 1992 (el año de la Expo y las Olimpiadas), se incorpora a la Compañía Nacional de Teatro Clásico para el estreno de LA VERDAD SOSPECHOSA que dirige Pilar Miró.

Al terminar esa etapa viaja a París para los ensayos de EL CAZADOR DE LEONES, un nuevo espectáculo de Javier Tomeo dirigido por Jean-Jacques Preau, que estrena en el Mercat de les Flors de Barcelona.